De todas mis preguntas,
de todas mis respuestas,
¿Habra alguna en la que no hayas estado?
A veces recuerdo el mar
y entonces sé de una calma
que solo a el pertenece,
y aunque me volviera arena
para ceñirlo,
lluvia para alimentarlo,
nada tendria sentido,
que en los abrazos
que llenan mis noches, no está el mar
ni tampoco las tormentas,
ni el alimento que nutre al mar y que me nutre;
en esas tormentas
cayendo por la inexpicable gravedad de lo eterno,
en esas arenas,
en esos abrazos y en cada una de las noches
estas tú, sin razon y sin porqué,
más adentro que cualquier palabra
siguiendo tus pasos para poder ver con tus ojos
y para hablarte aunque no estes presente,
porque al final de todas los tiempos y de todas las tardanzas
estaremos en el mismo lugar
de antiguos sueños y de nuevos letargos,
y en los rostros que nos vieron pasar
aunque no descubrieron el nuestro ,
porque sus miradas se volvieron sal
mientras las mojaba la lluvia
de todos los encuentros.
A veces recuerdo el relato de los dias
que te dieron una barca sin destino
y el muelle donde tanto tiempo esperaste,
como una costumbre en la que se nos fue llendo la vida
y al final, de ese otro final, que por ahora no vislumbramos,
asomó la verdadera cara de la muerte, anidada
en nuestras soledades
durmiendo bajo el mismo techo y
aprisionada por el mismo puño.
Aún más solos de lo que siempre estuvimos.
Es por eso que la muerte se espanta
cuando ve a dos enamorados viendose a los ojos,
hablandose sin palabras,
tendiendo lazos
mas alla de lo que un dia envejece,
de lo un dia se va.
Es por eso que te busqué en
ese mas alla que esta en el corazón,
en donde no se esconden las palabras.
Es por eso que te busqué en los sueños
que inventando la vida
le abren un surco.
Hawkmoon
Tuesday, August 18, 2009
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